Roma.4 de mayo 2012.-Prensa
Católica Unida
EL EXPERIMENTO SECRETO QUE SACUDE AL VATICANO.
El reconocido profesor y exorcista Padre Gabrielle NANNIS Y
ALGUNOS Monseñores de la Catedra de Exorcismo, de varias Universidades
Pontificias- participaron de un experimento
de carácter cerrado en conjunto con Universidades Católicas Argentinas.
En el mismo, se habría llevado a cabo un experimento tomado
de un relato literario, de iniciados místicos, llamado LA LAMPARA DE ALADINO,
el cual consiste en atrapar un demonio, y obligarlo mediante formulas secretas
a realizar tareas que son inhumanas.
El hecho conocido en el medioevo se habría filtrado de
fuentes judaicas que conocen el método, lo cual fue realizado por un rabino
exorcista en Buenos Aires ante el estupor de unas 70 personas que observaron
con detalle dicho experimento.
En el mismo un demonio expulsado de una joven, realizo
cuatro tareas ante los observadores,
exorcistas autorizados y reconocidos,
que por la sorpresa de lo vivido comentaron y hoy es un secreto a voces.
Es el comentario del día,
ya que habría llegado hasta el Santo Padre, quien solicito se realice en su
presencia, sin escatimar gastos ni recursos. Una cantidad de sensores de luz,
movimiento y calor de lao mas sofisticado fue utilizado junto a otros medios de
evaluación, que registraron movimientos, temperaturas extremadamente bajas, y
la remoción de una piedra de casi 500 kilos que según dichos fue levantada literalmente en el aire y colocada
en un lugar indicado a casi 30 metros de
distancia de su ubicación inicial.
La pregunta que corre
por los pasillos de las Universidades Pontificias y la Santa Sede es
¿Es posible encerrar a un demonio , y obligarlo a
trabajar para uno, a realizar tareas a nuestro antojo?
El debate se ha iniciado y ahora se trata de comprar ese secreto,
la forma en que se lo hace. Muchas personas lo han intentado antes al costo de
su propia vida. El rabino argentino que no explico como lo hace y se hace seria
invitado a la Santa Sede para realizar de nuevo el experimento ante el Santo Padre.
Por otro lado fuentes consultadas aquí en roma aseguran que
el experimento sucedió y que se trata de mantenerlo en oculto y bajo la mayor
reserva, pues seria peligroso que
alguien posea ese conocimiento fuera de la Santa Iglesia Católica.
Por lo demás este experimento abrió una secuela de
debates que se hacen en los claustros en
voz baja, y a pesar del sigilo no fue posible ocultar el hecho ni el desmedido
interés de la Santa Sede por el secreto.