viernes, 11 de mayo de 2012








Roma.4 de  mayo 2012.-Prensa Católica Unida
EL EXPERIMENTO SECRETO QUE SACUDE AL VATICANO.
El reconocido profesor y exorcista Padre Gabrielle NANNIS Y ALGUNOS Monseñores de la Catedra de Exorcismo, de varias Universidades Pontificias- participaron de un experimento  de carácter cerrado en conjunto con Universidades Católicas Argentinas.
En el mismo, se habría llevado a cabo un experimento tomado de un relato literario, de iniciados místicos, llamado LA LAMPARA DE ALADINO, el cual consiste en atrapar un demonio, y obligarlo mediante formulas secretas a realizar tareas que son inhumanas.
El hecho conocido en el medioevo se habría filtrado de fuentes judaicas que conocen el método, lo cual fue realizado por un rabino exorcista en Buenos Aires ante el estupor de unas 70 personas que observaron con detalle dicho experimento.
En el mismo un demonio expulsado de una joven, realizo cuatro tareas ante los observadores,  exorcistas autorizados y reconocidos,  que por la sorpresa de lo vivido comentaron y hoy es un  secreto a voces.
Es el comentario  del día, ya que habría llegado hasta el Santo Padre, quien solicito se realice en su presencia, sin escatimar gastos ni recursos. Una cantidad de sensores de luz, movimiento y calor de lao mas sofisticado fue utilizado junto a otros medios de evaluación, que registraron movimientos, temperaturas extremadamente bajas, y la remoción de una piedra de casi 500 kilos que según dichos fue  levantada literalmente en el aire y colocada en un lugar indicado a  casi 30 metros de distancia de su ubicación inicial.
La pregunta que  corre por los pasillos de las Universidades Pontificias y la Santa Sede es
 ¿Es posible  encerrar a un demonio , y obligarlo a trabajar para uno, a realizar tareas a nuestro antojo?
El debate se ha iniciado y ahora se trata de comprar ese secreto, la forma en que se lo hace. Muchas personas lo han intentado antes al costo de su propia vida. El rabino argentino que no explico como lo hace y se hace seria invitado a la Santa Sede para realizar de nuevo  el experimento ante el Santo Padre.
Por otro lado fuentes consultadas aquí en roma aseguran que el experimento sucedió y que se trata de mantenerlo en oculto y bajo la mayor reserva, pues  seria peligroso que alguien posea ese conocimiento fuera de la Santa Iglesia Católica.
Por lo demás este experimento abrió una secuela de debates  que se hacen en los claustros en voz baja, y a pesar del sigilo no fue posible ocultar el hecho ni el desmedido interés de la Santa Sede por el secreto.

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